viernes, 19 de marzo de 2010

La muerte del atún rojo



Hoy es un día triste. Finalmente la Convención Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora silvestre ha decidido bloquear el veto de a la pesca del atún rojo.

De nuevo se vuelve a imponer el dinero y el poder sobre la ética. De todas maneras el veto no se puso por cuestiones eticas, no soy tan ingenuo para pensar eso, simplemente se puso para evitar que el atun rojo desaparezca para siempre debido a la sobrepesca que está sufriendo en los últimos años en todo el mundo y se acabe el negocio para siempre.
En Doha, donde tuvo lugar la convención, los representantes de los diversos decidieron, en su mayoría, seguir provocando dolor, torturas, sangre y muerte a cambio, eso sí, de conseguir en a sus paises llegue la carne de atún rojo pescado en su mayoría en el Mediterraneo aunque dirigido, sobre todo, al mercado asiático. Y por qué? Pues para que los intermediarios, los importadores, los restaurantes ganen mucho dinero a cambio de la muerte de inocentes animales. Y para qué? Para que el paladar de una persona disfrute durante dos segundos del sabor de la carne del atún rojo...

Y para que esa persona disfrute de ese 'momento', un animal habrá tenido que morir, seguramente aplastado y/o asfixiado en la misma red que tuvo la mala suerte de atraparle o en el mismo barco pesquero, para que después sea congelado y transportado en avión al país de turno, para después ser cortado en trocitos, pasando ya a dejar de ser un animal a un trozo de carne, para que sea cocinado y colocado en un plato y finalmente comido por un consumidor avido de comer atún.

Pero un atún que no es un trozo de carne simple, sino que era la carne de un ser vivo que nadaba libremente en el mar junto a los suyos y que una red les separó para siempre.

Como se lee en un diario: El atún rojo llegó a su máximo de biomasa en 1958, con 305.136 toneladas, según datos de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT). Su evolución ha experimentado un continuo descenso hasta hoy. En 1997, las cifras se vieron reducidas hasta las 201.479 toneladas, y en el 2007 llegó a las 78.724.

Esta tendencia no ha repercutido en el consumo en Japón, que en el 2007 declaró 32.356 toneladas importadas, mientras que el total admisible era de 29.500. Si a estas cifras se le une el comercio intraeuropeo, el consumo local y las capturas de la flota japonesa en el Atlántico este y en el Mediterráneo, las capturas totales durante ese año podrían haber llegado a las 61.000 toneladas.


No se nombran indivuduos, sino toneladas, con lo que se convierten animales en simples números que no indican la verdadera masacre que se produce cada día. Pero detrás de esas 'toneladas' había millones de vidas aniquiladas para que se pueda 'degustar' su carne.

Dudo que la gente que votó a favor de seguir pescando ese animal-no humano vea a estos como animales, para ellos solo es un producto más que se puede comprar y comer cuando te apetezca, porque es solo eso, una cosa más. Y no hay que olvidar que el nacer hombre o mujer, en el caso de los humanos, es solo cuestión de azar, el mismo azar que nos lleva a nacer como humanos, gatos, perros, jirafas, toros, visones, o...atunes.


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LOS ANIMALES NO SON COSAS