miércoles, 29 de abril de 2009

Animales expuestos

Después de aquello necesitaba desconectar de todo, los gatos como ya debéis saber somos mucho de desconectar de la realidad, y no es que estemos reflexionando siempre, como mucha gente puede pensar, simplemente dejamos la mente en blanco y dejamos que el tiempo pase y las heridas se curen.

Este había sido un buen golpe, con lo que no solo tenía que huir de la realidad de forma metafórica, sino también de forma física así que decidí que no quería volver a la casa que me había adoptado. Al fin y al cabo no perdía nada, aunque me daba un poco de pena no volver a ver a la niña que me daba de comer a escondidas, pero el resto...una mujer que no me apreciaba mi compañía, que casi no me daba de comer ni jugaba conmigo, no era como para pensárselo dos veces. A partir de ese momento me dejaría ir por el mundo.

Me alejé de aquel sitio tan horrible lo más pronto posible pensando qué otras cosas se me estaban pasando y que no conocía. Es dificil, a veces, actuar ante las cosas cuando no saben las consecuencias que pueden surgir de tus hechos, pero eso solo te lo puede demostrar la experiencia, y en eso los gatos somos muy cautos, no podemos pasar un buen rato pensando antes de actuar, pero... no somos infalibles.

Estuve caminando durante unas horas comiendo un poco de todo, de todo que no fuera animal, claro, por que no sé si lo he dicho, pero desde entonces me repugnaba todo lo que oliera a carne, cualquier cosa. Después de todo lo que vi y creo que recordaré toda la vida, no me veía capaz de probarlo nunca más.

De esta forma me tuve que empezar a alimentar de cosas que fuera encontrando y que no me resultaran muy repugnantes. Por el camino encontré una cosa negra que luego leí en el envoltorio que era chocolate, de otra bolsa extraje unas patatas fritas, aunque algo saladas para mi gusto. No acabo de entender porque los humanos le ponen tantos aditivos a los alimentos siendo todos tan malos para la salud. Y así fueron pasando los kilometros y las horas.

Al rato llegué a una pequeña casa rodeada de gran terreno donde me encontré con otros gatos. No me recibieron muy bien. No parecía que les gustaran los forasteros. Les pregunté si tenían alguna cosa para comer. No obtuve respuesta alguna, solo malas miradas y algún que otro maullido, aunque no eran muy intimidatorios. Decidí quedarme.
Estuve dando vueltas por el terreno, siempre bajo la mirada de mis compañeros. Vi gente cargando y descargando paquetes de un camión, perros corriendo, y algún caballo comiendo y bebiendo.
Encontré un poco de comida cerca de una puerta trasera que tenía la casa. Era un poco de pan dentro de un cazo con leche. Me lo comí todo. Hasta ese momento no me había dado cuenta de lo hambriento que estaba. Seguí buscando alguna cosa más. Por la granja había desperdigadas algunas bandejas con un poco de pienso y agua. Me acerqué a una de ellas a oler, no parecía carne así que me comi algunos granos. No me dio tiempo ya que en seguida uno de los gatos se me tiró encima para que me fuera.
Decidí, entonces, entrar a la casa, esperando encontrar alguna cosa.
Por suerte una de las ventanas estaba abierta, así que pude acceder al interior.

En cuanto el ojo se me acostumbró a la oscuridad, cosa que no es inmediato. Los gatos no vemos en la oscuridad como se piensa, ningún animal puede ver en la oscuridad, es una ley física que para poder ver tiene que haber luz, tampoco hay colores, formas, etc. o sea que los gatos no somos seres mágicos que podamos ver en la oscuridad.
Dicho esto, sigo con el relato, en cuanto pude ver me encontré rodeado de animales enormes, había un león, un tigre, un ciervo, incluso un buho, todos parecían mirame para atacarme, me asusté y empecé a correr en dirección a algun sitio para poder esconcerme, pero antes de llegar al sillón me di cuenta de que no se movían, que nadie me estaba persiguiendo, Me di la vuelta y los volví a mirar. Estaban inmóviles. Lentamente me acerqué al tigre, tal vez por afinidad felina, y le di un golpecito en una de las patas. No se movió. Los inspeccioné a todos durante un rato, parecían que estuvieran muertos, pero...estaban allí de pie, como yo, mirando.
Me imagino lo terrible que debe ser estar vivo en un cuerpo inmovil sin poder moverse. Intenté moverlos un poco pero eran muy pesados. No pude hacer nada.
Me fui muy triste de ver unos animales inmoviles en medio de un salón oscuro.
Tal vez porque sea gato no puedo apreciar la supuesta belleza que proporciona un animal expuesto en un lugar tan artifical para ellos como el salón de una casa

Antes de salir pude volver a probar bocado de un plato que estaba en la cocina. Creo que fue la primera vez que probé el tomate. No estaba nada mal.
Después me despedí de los otros gatos, no encontré mucho entusiasmo por su parte.

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martes, 21 de abril de 2009



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para qué se les utiliza - experimentar medicamentos



Para experimentar nuevos medicamentos antes de comenzar los ensayos clínicos en humanos, así como en otros muchos campos de la medicina:


Cuando los experimentos pueden entrar en la categoría de "médicos", nos inclinamos a pensar que cualquier tipo de sufrimiento que impliquen debe ser justificable, porque la investigación está contribuyendo al alivio del sufrimiento. Pero es menos probable que las pruebas de medicinas terapéuticas estén motivadas por el deseo del bien máximo para todos que por el deseo de un beneficio máximo para algunos (las empresas farmacéuticas, de aparatología, de cría de animales, etc...).



La amplia etiqueta de "investigación médica" puede usarse también para encubrir un tipo de investigación que está motivada por la curiosidad intelectual general. Se podría aceptar esta curiosidad como parte de una búsqueda básica de conocimiento cuando no implica sufrimiento alguno, pero no debe tolerarse si causa dolor. También es frecuente que este tipo de experimentación se haya venido realizando durante décadas y al cabo del tiempo se descubra que gran parte de la misma no ha tenido ninguna utilidad. El argumento de que la experimentación animal fue fundamental para conseguir algunos de los grandes descubrimientos de la ciencia ha sido rechazado por algunos oponentes de la experimentación animal.
Así, en el campo de la medicina hay series de experimentos cuyos títulos nos cuentan su propia historia: "Aceleración", "Agresión", "Asfixia", "Quemaduras", "Centrifugación", "Compresión",...


..."Ceguera"(se les cosen los párpados),...
(se omite foto ante su crueldad)


..."Hacinamiento", "Aplastamiento","Descompresión", "Test de drogas", "Congelación", "Calentamiento", "Hemorragias",... (se omite foto ante su crueldad)


..."Inmovilización"...
..."Aislamiento,", "Depredación", "Privación de proteínas", "Castigo", "Radiación", "Hambre", "Shock", "Tensión", "Sed",... (se omite foto ante su crueldad)



..."Apaleamiento de las patas traseras” (para ver cómo reaccionan ante el estress), ...

(se omite foto ante su crueldad)


...“Lesiones provocadas en la columna vertebral” y “Lesiones múltiples”.
(se omite foto ante su crueldad)

Además, cientos de experimentos se realizan anualmente en los que los animales son forzados a convertirse en drogadictos, (lo que cuesta millones de euros procedentes de nuestros impuestos).
Éstos y otros muchos experimentos similares han causado un dolor agudo y prolongado a muchos animales, primero para probar una teoría, después para negarla y finalmente para apoyar versiones modificadas de la teoría original. Los demás animales son considerados como meros instrumentos.

Considerando que incluso si se lograsen algunos descubrimientos valiosos usando a los demás animales, no podemos decir cuánto éxito habría tenido la investigación médica si hubiera sido obligada, desde el principio, a desarrollar métodos alternativos de investigación. Algunos descubrimientos probablemente se hubieran retrasado o quizás nunca hubieran tenido lugar; pero tampoco se hubieran seguido pistas falsas y es posible que la medicina se hubiera desarrollado en una dirección muy diferente y más eficaz, enfatizando una vida sana en lugar de la curación. De hecho, incluso cuando las pruebas se realizan para un producto médico, lo más probable es que no vayan a contribuir a mejorar nuestra salud, ya que muchos fármacos se ha introducido para paliar enfermedades que son comunes, y que surgen sobretodo en la sociedad occidental de la abundancia. La innovación apunta principalmente al beneficio económico más que a una necesidad terapéutica. Al final de algunos experimentos que ocasionan mucho sufrimiento se ofrece una conclusión de sentido común más elemental, y ya confirmado con observaciones en humanos que han sufrido esas situaciones en condiciones naturales.

El defensor de los experimentos con animales no niega que sufran, y no puede negarlo porque necesita poner de relieve las semejanzas entre los humanos y otros animales para sostener que esos experimentos pueden ser relevantes para propósitos humanos. El investigador que fuerza a unas ratas a escoger entre morirse de hambre o el electrochoque para ver si desarrollan úlceras ( y sí las desarrollan), lo hace porque sabe que la rata tiene un sistema nervioso muy parecido al del ser humano, y supone que siente un electrochoque de manera similar.
Los realizadores de los experimentos, apoyados por las compañías comerciales que obtienen un beneficio proporcionando los animales de laboratorio y el equipo, han sido capaces de convencer a los legisladores y al público de que la oposición proviene de fanáticos ignorantes que consideran mas importantes los intereses de los animales que de los seres humanos. Generalmente se le plantea la cuestión de la experimentación con animales en forma de disyuntiva radical: ¿los animales o las personas?, ¿qué es más importante la salud humana o un puñado de ratones de laboratorio?, una falsa disyuntiva.
La experimentación con animales no es ciencia propiamente dicha. Los organismos de cada especie animal presentan diferencias fundamentales con respecto a las otras especies. Las reacciones de las diferentes especies animales a una determinada sustancia difieren enormemente entre si: lo que puede ser completamente inocuo para una especie es mortal de necesidad para otra. De la experimentación con animales sólo se derivan aproximaciones, nunca certidumbres ni exactitud. Los toxicólogos saben desde hace ya mucho tiempo que extrapolar de una especie a otra es una empresa muy arriesgada.

Hay una serie de drogas que han causado un daño inesperado a los humanos:

La más conocida es la talidomida, que había sido probada exhaustivamente en animales antes de que se autorizase su uso para el ser humano. Se calcula que hasta 20.000 niños nacieron con horribles deformaciones a causa de la talidomida, otros nacieron muertos. Sólo surgieron deformidades cuando se probó en un tipo especial de conejo.

El Opren pasó todas las pruebas habituales con animales antes de que se autorizase y se comercializase como una droga maravillosa para el tratamiento de la artritis. Fue retirado del mercado en Inglaterra después de más de 61 muertes y más de 3500 informes de reacciones adversas.

El Practocol para enfermedades del corazón, causó ceguera
El antitusivo Zipeprol, produjo ataques y comas en algunos de quienes lo tomaron.
Además, las pruebas con animales pueden llevarnos a desechar productos valiosos que son peligrosos para los demás animales pero no para los animales humanos:

La insulina puede producir deformidades a gazapos y ratones, pero no a los seres humanos
Si la penicilina hubiera sido juzgada por su toxicidad para las cobayas, quizá nunca se hubiese aplicado a los humanos.

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para qué se les utiliza - experimentos psicologicos




Para experimentos de psicología humana:



Algunos de los experimentos más dolorosos para los animales no humanos se realizan en el campo de la psicología. Incluyen la manipulación directa del cerebro, efectos de las drogas en el comportamiento, estrés, temor o ansiedad, privación de sueño, comida o agua,...
Pero, paradójicamente, salvo lesiones neurológicas, los animales no humanos no desarrollan trastornos de comportamiento espontáneamente en su medio natural. La psicopatología animal se suele desarrollar en animales en estado de cautividad, como en parques zoológicos y circos. La provocación deliberada de trastornos en el laboratorio ha sido un campo fértil para la investigación, pese a las diferencias con los trastornos mentales humanos.

Así, desde un punto de vista científico, el dilema central del investigador se plantea de forma especial en la psicología: o bien el animal no humano no es como los humanos, en cuyo caso no hay razón para realizar el experimento, ya que los resultados no son extrapolables, o bien es como los humanos, y en ese caso, no deberíamos utilizarlo para realizar un experimento que consideraríamos una atrocidad si se hiciera con uno de nosotros.


Se han realizado y siguen realizándose de forma reiterada, cientos de experimentos con animales para estudiar el condicionamiento y el desamparo inducido, utilizando para ello descargas eléctricas con el fin de descubrir cómo reaccionan los animales no humanos a diferentes clases de castigo o para entrenarles a realizar diferentes tareas.



Matin Seligman (famoso investigador en psicología) administró descargas eléctricas a perros a través de un suelo de rejilla de acero con tal intensidad y persistencia que los perros dejaron de intentar escapar y "aprendieron" a estar desamparados.





Seligman describió así su trabajo sobre el desamparo inducido: "Cuando un perro normal, ingenuo, recibe un entrenamiento de huida/rechazo en una "cápsula", suele tener la siguiente conducta: al primer asalto de la descarga el perro va de un lado a otro frenéticamente, defecando, orinando y lanzando aullidos, hasta que cruza la barrera y se escapa del electrochoque. En la prueba siguiente, el perro, corriendo y aullando, cruza la barrera con más rapidez, y así sucesivamente hasta que aparece una respuesta eficaz de huida."


Modificó este modelo sujetando a los perros con un arnés y provocándoles descargas sin que tuvieran ningún medio para evitarlas. Después, cuando los colocó en la situación primera de la cápsula, de la que era imposible escapar, comprobó que "Este perro reacciona inicialmente en la cápsula de la misma forma que el perro sin condicionamiento. Sin embargo, en dramático contraste con éste, pronto deja de correr y guarda silencio hasta que termina la descarga. El perro no cruza la barrera ni huye de la sacudida. Parece, más bien, que se "rinde" y "acepta" la descarga pasivamente. En pruebas sucesivas el animal continúa sin hacer movimientos de huida y aguanta 50 segundos de fuerte descarga intermitente en cada prueba".


Pero Steven Maier (coautor junto a Seligman del informe sobre desamparo inducido), decía lo siguiente acerca de la validez de este "modelo animal" de depresión: "Se puede discutir que no hay suficiente consenso sobre las características, la neurobiología, la inducción y la prevención/cura de la depresión como para volver significativa tal comparación. Así, no parece probable que el desamparo inducido sea un modelo de depresión en ningún sentido general", admitiendo así que 30 años de experimentación con animales habían sido una pérdida de tiempo, al margen de la inmensa cantidad de dolor físico agudo causado a todos los animales no humanos implicados.


“No valía la pena realizar la mayoría de los experimentos, y la información obtenida carecía de suficiente valor para ser publicada”. Harlow (psicólogo experimentador y editor de la revista que ha publicado más informes de experimentos dolorosos con animales).

Pero también dentro de la psicología hay voces que se alzan en contra del uso de animales no humanos:

"Los estudios sobre la conducta animal se expresan siempre con una terminología científica y aséptica que permite adoctrinar al joven estudiante de psicología, normal y en absoluto sádico, sin provocarle ansiedad. Así, se utilizan técnicas de "extinción" para lo que, de hecho, son la tortura mediante la sed, el ayuno casi mortal o los electrochoques; "refuerzo parcial" es el término que se emplea para hablar de un animal al que se frustra mediante el no cumplimiento, excepto ocasionalmente, de las expectativas que el experimentador le había creado en un condicionamiento previo; "estímulo negativo" es el término utilizado para someter a un animal a un estímulo que él evita siempre que es posible. El término "Avoidance" (evitar) está bien visto, puesto que se trata de una actividad observable. Los términos "dolorosos" o "aterrorizantes" para caracterizar ciertos estímulos, no están bien vistos porque son antropomórficos, implican que los animales tienen sentimientos y que pueden ser sentimientos similares a los humanos. No obstante, si el psicólogo conductista no creyera en la analogía entre el ser humano y el animal “inferior”, es de suponer que incluso él encontraría su trabajo muy poco justificado". Alice Heim (psicóloga).

Otro tipo de estudio es el del aislamiento social, ampliamente trabajado por otro “prestigioso” investigador, el psicólogo Harry Harlow, que definió así su trabajo: "Durante los últimos diez años hemos estudiado los efectos del aislamiento social parcial criando monos desde su nacimiento en jaulas de alambre. Éstos monos sufren una privación maternal total. Más recientemente hemos iniciado una serie de estudios del efecto del aislamiento social total criando monos desde pocas horas después del nacimiento hasta 3, 6 o 12 meses de edad en una cámara de acero inoxidable. Durante la condena prescrita en este aparato, el mono no tiene contacto alguno con ningún otro animal, humano o subhumano". John Bowlby, un psiquiatra británico, después de ver a los monos en sus jaulas de alambre, le preguntó "¿Por qué están tratando de inocular psicopatologías a monos? Ya tienen más monos psicopatológicos en el laboratorio de los que se hayan visto nunca sobre la faz de la tierra." Bowlby, era un investigador de las consecuencias de la privación materna, pero sus investigaciones se desarrollaban con niños, principalmente huérfanos de guerra, refugiados y niños recluidos en instituciones, y ya antes de que Harlow realizase sus experimentos había llegado a la conclusión de que "la privación prolongada de un niño pequeño del cuidado materno puede tener unos efectos graves y de largo alcance sobre su carácter sobre el resto de su vida".


En otro experimento, Harlow y Suomi "indujeron depresión permitiendo que los bebés de mono se apegaran a madres de trapo que se podían convertir en monstruos". "El primero de estos monstruos era una madre de trapo que, programada, o al recibir una orden, soltaba aire comprimido a alta presión y casi le arrancaba la piel al animal. El bebé mono simplemente se agarraba con más y más fuerza a la madre, porque un bebé atemorizado se agarra a su madre pase lo que pase. No conseguimos psicopatología alguna. Sin embargo no desistimos. Construimos otra madre monstruo que se mecía tan violentamente que la cabeza y los dientes del bebé castañeaban. Todo lo que el bebé hizo fue agarrarse con mayor fuerza aún a la sustituta. El tercer monstruo que construimos tenía incrustado dentro del cuerpo un marco de metal que saltaba hacia adelante y propelía al bebé fuera de su superficie ventral. El bebé se levantaba del suelo, esperaba a que los muelles se metieran de nuevo dentro del cuerpo de tela y volvía a agarrarse a la madre sustituta.". Estos resultados no eran tan sorprendentes, comentan los experimentadores, puesto que el único recurso del bebé herido es aferrarse a su madre.

Con el tiempo, estos experimentadores encontraron algo mejor: una mona madre de verdad, que era un monstruo. Para producir tales madres, criaron monas hembra en aislamiento total, y después trataron de dejarlas preñadas, con una técnica que ellos denominaron "potro de violación". Tras nacer los bebés, los investigadores observaron a las monas; algunas simplemente ignoraban a los bebés que lloraban y no los acunaban acercándolos al pecho, como hacen las monas normales; pero otras "eran brutales o letales”. Uno de sus trucos favoritos era aplastar el cráneo del bebé con sus dientes. Pero el comportamiento realmente horrible era el de aplastar la cara del bebé contra el suelo y después restregarla de un lado para otro."


En otro estudio crearon un “túnel del terror" para producir monos aterrorizados, y en otro informe Harlow describió cómo consiguió inducir la muerte psicológica a unos monos rhesus, dotándoles de unas madres sustitutas cubiertas de felpa, mantenidas normalmente a una temperatura de 37º C y que se podían enfriar rápidamente hasta alcanzar poco más de 1º C, para simular un tipo de rechazo materno.


Los experimentos en psicología someten a miles de animales no humanos a procedimientos que inducen angustia, desesperación, ansiedad, devastación psicológica general y muerte. La investigación se alimenta de sí misma. Algunos investigadores experimentaron con chimpancés porque el trabajo experimental con primates grandes había sido relativamente escaso comparado con los monos. Pero ni siquiera trataron de justificar sus experimentos alegando que podrían ser beneficiosos para los humanos. El que ya tengamos un alto número de observaciones sobre chimpancés salvajes huérfanos no parecía importarles. La misma actitud se repite constantemente a través de las ciencias psicológicas y del comportamiento.

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para qué se les utiliza - industria espacial



Para la industria espacial y experimentos militares:


Se experimenta en perros, primates, ratones… con agentes químicos y bacteriológicos, para ver la resistencia a diversas sustancias tóxicas, nocivas y mortíferas.
En otros tipos de experimentos se les suministran (en muchos casos a perros beagles) dosis de explosivos en cápsulas todos los días durante varios meses. Los síntomas suelen incluir deshidratación, emanación, anemia, ictericia, baja temperatura corporal, orina y heces descoloridas, diarrea, pérdida de apetito y de peso, aumento del tamaño del hígado, los riñones y el bazo, pérdida de la coordinación y muerte de muchos de ellos a las unas semanas (los que no mueren directamente por el experimento son asesinados posteriormente o reservados para otras pruebas).


En multitud de ocasiones, las pruebas “científicas” obligan a repetir experimentos ya comprobados anteriormente, pero de devastadores consecuencias para los implicados.Así, por ejemplo, experimentadores del Ejército de EEUU envenenaron a ratas con T-2. Tras una terrible agonía, murieron de 9 a 18 horas después de la exposición, excepto en el caso de las ratas que lo habían recibido a través de la piel, que tardaban una media de 6 días en hacerlo. Antes de la muerte los animales eran incapaces de caminar o comer, se les pudrían la piel y los intestinos, sufrían desasosiego y diarrea. Como conclusión, los investigadores informaron que sus descubrimientos eran claramente compatibles con estudios publicados anteriormente.


En el caso de pruebas militares aéreas, una vez que los monos han sido entrenados a controlar con una palanca su posición en una plataforma, son sometidos a radiaciones y agentes de guerra químicapara ver cómo éstas afectan a su capacidad para volar. Con náuseas y vomitando, debido a la dosis de radiación, se les fuerza a tratar de mantener la plataforma horizontal, y si fallan reciben frecuentes descargas eléctricas.


Experimentadores del Ejército de EEUU envenenaron a ratas con T-2, veneno que es una eficaz arma de terror que causa síntomas anormales y horrorosos. La muerte solía tener lugar entre 9 y 18 horas después de la exposición, excepto en el caso de las ratas que lo habían recibido a través de la piel, que tardaban una media de 6 días en morir. Antes de la muerte los animales eran incapaces de caminar o comer, se les pudrían la piel y los intestinos, sufrían desasosiego y diarrea. Los investigadores informaron que sus descubrimientos eran claramente compatibles con estudios publicados anteriormente.



El principal investigador de la base aérea de Brooks (EEUU), irradió en sus años en este puesto a unos 1000 monos entrenados. Declaró en una ocasión:


"Durante algunos años había tenido dudas sobre la utilidad de la información que estábamos consiguiendo. Hice algunos intentos de saber cual era el destino y el propósito de los informes técnicos que publicábamos, pero ahora reconozco mis ganas de aceptar los razonamientos de mis superiores sobre el servicio real que estaba proporcionando a la Fuerza Aérea de los EEUU. Utilicé estas aseveraciones como si fueran una venda en los ojos para no ver la realidad y me protegió de las inseguridades asociadas a la potencial pérdida de prestigio y situación económica. Un buen día la venda se cayó y me encontré en un serio enfrentamiento con el comandante de la Fuerza de Medicina Aeroespacial. Intenté mostrarle que en caso de una confrontación nuclear no es muy probable que los altos jefes operacionales fueran a consultar gráficos y cálculos basados en datos procedentes de monos rhesus para hacer estimaciones de la fuerza probable o de la capacidad de contraataque. El insistió en que la información sería inestimable y afirmó: Ellos no saben que estos datos se basan en estudios con animales".

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para qué se les utiliza - xenotrasplantes



Para xenotrasplantes:
Se mutan genéticamente animales no humanos (cerdos generalmente) para conseguir órganos que no sean rechazados por los humanos.

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Para qué se les utiliza - prácticas biologicas


Para prácticas de biología en escuelas e institutos, o de disección en facultades de medicina.

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para qué se les utiliza - toxicidad productos consumo humano



Para determinar la toxicidad de determinados productos de consumo humano:


Como cremas, limpiadores de hornos, desodorantes....

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Para qué se utilizan - prácticas médico-quirúrgicas



Para prácticas médico-quirúrgicas:



Se practican nuevas técnicas quirúrgicas con animales no humanos antes de utilizarlas en humanos (trasplantes de órganos), o sin un fin inmediato (por ejemplo, en algunos casos se les corta la cabeza a monos para posteriormente hacerles un trasplante).

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Para qué se les utiliza

¿PARA QUÉ SE LES UTILIZA?


Mucha gente asumiría que la prohibición de los zoos, la industria peletera, las corridas de toros o las carreras de galgos no afectaría en gran medida a nuestro bienestar, y que por tanto podríamos prescindir de esos usos de los animales. Pero, ¿qué sucede con la experimentación?, ¿tenemos que aceptar la experimentación con animales no humanos por parte de los investigadores como un deber desagradable pero necesario para nuestra salud?. Podemos aceptar dócilmente los mensajes amenazantes y al mismo tiempo esperanzadores de la industria de la investigación, o analizar el fenómeno de manera global y mas crítica.


El primer error consiste en creer que la experimentación con animales tiene lugar única y exclusivamente en el área de la medicina y la farmacología. Pero una parte significativa de los animales a los que se maltrata en pruebas de laboratorio se llevan a cabo en campos como el militar, el espacial, el de la cosmética o el industrial. Hacer sufrir y matar caballos para probar armas químicas y biológicas que posteriormente serán utilizadas para esos mismos fines en seres humanos resulta, simplemente, perverso. Someter a monos a crueles pruebas de descompresión para enviarlos al espacio, irritar deliberadamente los ojos de conejos con sustancias corrosivas, o envenenar ratas obligándolas a ingerir grandes dosis de aditivos alimenticios, son actos difíciles de justificar, y tras los cuales se ocultan grandes intereses económicos.


Pero incluso cuando entramos en el terreno de la investigación médica, nos encontramos con numerosas situaciones absurdas. Las pruebas sobre drogodependencias o las que se realizan en el campo de la psicología son tan sólo algunos de los ejemplos más inmorales. ¿Qué información podemos obtener de convertir roedores sanos en alcohólicos, o de obligar a monos a inhalar humo hasta provocarles cáncer, que no obtengamos de la ingente cantidad de datos que nos ofrecen a diario los miles de personas aquejadas de estas dolencias en la consulta del médico?. ¿Qué nos puede enseñar el hecho de inducir conscientemente a la depresión a un bebé mandril que es arrebatado a su la madre?. ¿Acaso no hay ya suficientes enfermos mentales humanos de los que obtener conocimientos realmente valiosos?.


No existe un sufrimiento "humano" y otro "animal", tan sólo existe el sufrimiento. La terrible experiencia del dolor y del miedo, resulta tan indeseable para unos como para otros. Aceptando este hecho incuestionable, debe entenderse que el mismo grado de padecimiento ajeno debería tener por nuestra parte la misma consideración teórica. Aceptar como más deseable el dolor de un conejo que el de un ser humano, es tan injusto como aceptar lo mismo entre personas negras y blancas, niños y adultos, pobres y ricos, o mujeres y varones. Podemos poner en práctica la discriminación que deseemos, pero cualquiera de ellas será injusta. Por ello, entendemos que, analizado moralmente, la salud y el bienestar individual es tan importante para nosotros como pueda serlo para un perro, un pez, o una rana. Aún en el hipotético caso de una cierta eficacia de la experimentación con animales no humanos, estaríamos ante un mero intercambio de "dolor por dolor". Incluso el más entusiasta vivisector aceptará como válida la teoría de que, si queremos obtener datos realmente significativos sobre una enfermedad concreta, deberemos estudiar los modelos más próximos al hecho que nos interesa.


Las variables que entran en juego en el desarrollo de una patología incluyen factores ambientales, sociales, y en gran medida individuales, de manera que ante una situación idéntica, los resultados son muy diferentes, cosa que ya sabíamos porque todos conocemos personas ancianas fumadoras que gozan de excelente salud, mientras otras fallecen de cáncer de pulmón en plena juventud. La mayoría de las pruebas consisten en recrear situaciones; las enfermedades que desarrollan los animales en los laboratorios son inoculadas por humanos deliberada y artificialmente a individuos en principio sanos, a pesar de que la dolencia original humana se desarrolló durante décadas en condiciones que nada tienen que ver con los modelos experimentales.


La diferencia interespecífica resulta casi siempre insalvable, de tal forma que una sustancia inocua para nosotros puede matar a los gatos y otras que utilizamos como tranquilizantes, a ellos les excitan. Aunque, naturalmente, el fenómeno es mucho más complejo y en el intervienen factores económicos, culturales y políticos, se puede afirmar que la experimentación con animales no humanos es hoy un fraude científico y una aberración ética inaceptable.

Pero el secreto de la buena salud no está tanto en los asépticos laboratorios, sino en aplicar un elemental sentido común y utilizar de forma eficaz toda la información obtenida de la observación y la experiencia de siglos, y que no requieren el sufrimiento de seres inocentes. Tan sólo una pequeña parte de los medicamentos son realmente importantes para nosotros. Y la realidad es tozuda respecto a las causas de la mayoría de nuestros problemas de salud: unos hábitos de vida incorrectos, que además, sabemos como corregir. Una alimentación equilibrada, hacer ejercicio, evitar el estrés, no ingerir sustancias nocivas conscientemente y otros pequeños secretos por todos conocidos son mas efectivos que cualquier otra cosa.

Así, los demás animales son utilizados en los laboratorios con varios fines:

A.- Para prácticas médico-quirúrgicas.
B.- Para determinar la toxicidad de productos de consumo humano.
C.- Para prácticas de biología en Escuelas o Institutos de disección o en Facultades.
D.- Para Xenotransplantes.
E.- Para la Industria Espacial y experimentos Militares.
F.- Para experimentos de Cosmética.
G.- Para experimentos de Psicología "humana".
H.- Para experimentar nuevos medicamentos.

“Nunca podremos entender la agonía, el dolor y sufrimiento de estos animales porque la mayoría de nosotros nunca lo ha visto y no lo ha vivido. Pero yo he visto experimentos con animales. He escuchado los gritos de un conejo al morir por fractura de columna. He visto desesperación en los ojos de primates confinados en jaulas pequeñas. He visto gatos juguetones que desconocían su destino en un laboratorio, y he visto jaulas vacías que contenían cachorros cariñosos unas horas antes.”

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Experimentación - Estudios de Inhalación



ESTUDIOS DE INHALACIÓN


Se introduce a los animales en cámaras estancas o se les ponen bozales que les fuerzan a respirar pulverizadores, gases y vapores.
Esto provoca que puedan ponerse muy enfermos, vomiten, sufran dificultades respiratorias e hipotermia, además de la posible de dependencia física si lo que se les hace inhalar es una droga.
No se hacen pruebas únicamente con productos destinados al consumo humano, sino que se da a inhalar a los animales no humanos productos para la guerra química, insecticidas, anticongelantes, líquidos de frenos, blanqueadores, pulverizadores para el árbol de navidad...
..., velas de iglesia, limpiadores de horno, desodorantes, refrescantes de la piel, burbujas de baño, depilatorios, maquillaje de ojos, extintores de fuego, tintas, aceites bronceadores, esmaltes de uñas, rimel, spray para el pelo, pinturas y lubricantes de cremalleras.

Como ejemplos de los estudios sobre tabaquismo, R.J. Reynolds (fabricantes de Camel y Dorchester & More) ha publicado varios informes describiendo los efectos de fumar pasivamente en animales no humanos.


En dos estudios de estos estudios, más de 1.000 ratas fueron expuestas a varias concentraciones de "humo de tabaco", 6 horas al día durante más de 90 días. Estos animales fueron sujetados individualmente en un tubo del tamaño del cuerpo del que sólo sobresalían las narices. Estos tubos fueron puestos en grandes cámaras en las que se liberó el humo. Al final del estudio estos animales fueron asesinados y examinados. A pesar de que algunas ratas desarrollaron inflamación crónica de los conductos nasales, los investigadores de Reynolds concluyeron que "el humo del tabaco es poco posible que tenga actividad toxicológica en humanos".


Estudios con diferentes animales no humanos sobre fumar pasivamente también han sido conducidos por investigadores académicos: en la Universidad de Nueva York, se usaron 42 pollos como modelos de los fumadores humanos. Las aves fueron expuestas a humo de tabaco o aire filtrado, 6 horas al día, cinco días a la semana, durante 16 semanas. Entonces, fueron asesinadas y examinadas para buscar signos de enfermedades coronarias.En la Universidad de California, San Francisco, 64 conejos fueron alimentados con una dieta alta en colesterol, para incrementar su riesgo de padecer enfermedades de corazón.


También fueron expuestos a humo de tabaco de Marlboro o aire normal, 6 horas al día durante 10 semanas, antes de ser asesinados y examinados buscando evidencias de arteriosclerosis.En la Universidad de California, Davis, al menos 64 ratas embarazadas fueron usadas para ver los efectos de fumar pasivamente durante el embarazo y de los parches de nicotina. Estos animales fueron expuestos al humo continuamente durante 9 días. Todos fueron asesinados al final de sus embarazos.los resultados de estos tests con animales fueron usados para sugerir que fumar pasivamente es dañino para la gente.


Hay, desde luego, numerosas razones por las que todos estos resultados son irrelevantes para la salud humana. Las pruebas son altamente artificiales e ignoran las conocidas diferencias entre especies en su respuesta al tabaco. Las ratas encerradas inmóviles en tubos, sufriendo estrés, y respirando sólo a través de su nariz (los humanos respiramos también por la boca) no son un modelo para los complejos patrones del tabaquismo humano. Similarmente las otras especies usadas, la duración de las pruebas (que ciertamente no corresponden a la naturaleza a largo plazo de largo nivel de mucho del tabaquismo pasivo humano), diferencias metodológicas y de dosificación, todo esto hace que sea imposible que los resultados puedan aplicarse a los humanos.


Los estudios de población humana (epidemiológicos) ya han sugerido fuertemente que el tabaquismo pasivo es peligroso. Si se necesitan más evidencias, deben obtenerse a través de estudios in vitro y con voluntarios humanos, más que con erróneos y crueles tests con animales no humanos, que ni tienen ni tendrán ninguna adicción al tabaco de forma natural.
Reynolds realizó experimentos con animales no humanos usando nuevos cigarrillos "sin humo", que se calientan pero no queman el tabaco. Estos tests incluyeron más de 1.200 ratas, 272 hamsters y 750 ratones, que fueron usados en estudios de toxicidad por inhalación de este tipo de cigarrillos.


Los animales fueron confinados en tubos de contención individuales y forzados a respirar "humo" de cigarrillos normales o de los nuevos cigarrillos "sin humo", durante variados períodos de tiempo (más de 90 días en algunos casos). Al final de los estudios, los animales fueron diseccionados y desechados. Los resultados en estos estudios mostraron algunas "grandes diferencias entre especies", pero concluyeron que la opción de cigarrillo "sin humo" era menos perjudicial.



Pero, por otro lado, unos investigadores académicos también usaron animales no humanos en investigación de cigarrillos "sin humo". En la Universidad de Wisconsin, 10 perros fueron anestesiados y sus pechos abiertos para exponer el corazón. Para replicar laarterioesclerosis, la arteria coronaria fue atada con un collar plástico, causando que el flujo de sangre se redujese y se formasen trombosis. Los perros fueron entonces expuestos a humo de cigarrillos normales o sin humo, directamente a los pulmones vía tubo a través de la garganta. Se aseguraron los efectos de los diferentes humos en el flujo de sangre coronaria y la formación de coágulos. Los resultados mostraron que ambos tipos de cigarrillos exacerbaban la formación de trombos. Se concluyó que "... fumar este nuevo tipo de cigarrillos probablemente no elimina el humo como un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares".



Este es un ejemplo más de que los experimentos con animales producen resultados que, mientras que no son directamente contradictorios, pueden usarse por ambos, (los pro y anti tabaco en este caso) para dar peso a sus argumentos. Estos experimentos nos dicen poco o nada sobre los riesgos reales para la salud humana.



Los investigadores de R.J. Reynolds también han conducido estudios in vitro y humanos usando este tipo de cigarrillo "sin humo". Estos estudios son claramente más éticos y relevantes que los estudios con otros animales descritos anteriormente.


Los estudios con animales de toxicidad por inhalación ciertamente producen grandes cantidades de datos, pero no dan una perspectiva real de los posibles efectos de los cigarrillos en los fumadores humanos, y sobre todo no son obtenidos de un modo ético porque perjudican a otros animales que son utilizados en contra de su voluntad.


La Smocking Research Foundation de Japón está financiada en un 87% por Japan Tobacco, propietarios de la compañía inglesa Manchester Tobacco. Las investigaciones patrocinadas por esta fundación han incluido estudios en los que monos rhesus son entrenados para fumar cigarrillos, y pruebas de adicción a la nicotina donde monos y ratas tenían que presionar palancas para autoinyectarse nicotina.



Un estudio financiado por el Council for Tobacco Research y la Swedish Tobacco Company, en el Instituto Karolinska, Estocolmo, usó 28 cerdos. A estos animales les bombearon a los pulmones humo de cigarrillo, nicotina, monóxido de carbono y otros ingredientes del tabaco, vía tubo por la garganta.



Philip Morris (fabricante de Marlboro) reveló, en audiencias del Congreso estadounidense, que habían hecho experimentos sobre adicción a la nicotina usando ratas. Los resultados de este estudio fueron, sin embargo, retirados. Después se llevaron a cabo similares investigaciones por científicos canadienses, resultando en la innecesaria duplicación de estos tests en animales.
Liggett & Myers (fabricantes de Chesterfield y L&M), han llevado a cabo investigaciones de cigarrillos "seguros". Gran parte de este proyecto fue "un programa secreto de 10 millones de libras para crear un cigarrillo que no provoque cáncer a los animales de laboratorio".


Su investigación fue exitosa, pero suprimida por los miedos de que pudiese implicar que los otros cigarrillos no fuesen seguros. Los experimentadores de Liggett & Myers pusieron en las espaldas rasuradas de ratones condensados de humo de cigarrillo; se crearon tumores en la piel. Tras el experimento Liggett continuó reasegurando al público que creía que fumar no es dañino.
Pero la industria tabaquera no es la única participante en los experimentos con animales de tabaco. La mayoría de las investigaciones publicadas son conducidas por investigadores académicos o médicos sin conexión con la industria tabaquera. Esto es particularmente desafortunado a la hora de dar un aire público de credibilidad para estos tests con animales no humanos que la industria tabaquera sola probablemente no podría generar. Los proyectos de investigación "académica" han incluido el uso de perros, en la Universidad de Carolina del Sur, para investigar los depósitos de humo en el pulmón.


También se han usado perros, para examinar cómo el humo de los cigarrillos afecta a la respuesta del sistema nervioso y control de los pulmones. Se ha administrado humo de tabaco a conejillos de indias como modelo de constricción bronquiolar. También se ha hecho que conejillos de indias inhalen humo para ver cómo afectaba a los niveles de los antioxidantes (protegen contra el cáncer) del cuerpo. Se usaron galgos en un estudio para asegurar los efectos del humo de los cigarrillos y la nicotina en la permeabilidad de las paredes de las arterias.

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Experimentación - Estudios de inyección



ESTUDIOS DE INYECCIÓN



Se inyecta directamente en el animal no humano el producto a probar tanto bajo la piel, los músculos o en un órgano interno.

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Experimentación - Estudios de inmersión




ESTUDIOS DE INMERSIÓN



Los animales no humanos son introducidos (lógicamente en contra de su voluntad) en bidones de sustancias diluidas, para probar la posibilidad de respirar dentro del agua.



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Experimentació - Toxicidad oral

PRUEBAS DE TOXICIDAD ORAL AGUDA



Sirven para determinar lo venenosa que es una sustancia para los humanos y para ello obligan a los animales en el laboratorio a ingerir productos, muchos de ellos no comestibles como el carmín de labios y el papel, aunque muy a menudo las víctimas de estos experimentos no se comen la sustancia si simplemente se pone en su comida, por lo que los experimentadores se la introducen a la fuerza por la boca o a través de un tubo por la garganta.
Se llevan a cabo pruebas estándar durante 14 días, pero algunas pueden durar hasta 6 meses (si sobreviven tanto). Durante este tiempo los animales no humanos muestran los síntomas clásicos de envenenamiento, incluyendo vómitos, diarrea parálisis, convulsiones y hemorragias internas.


En un experimento en Inglaterra, 40 monos fueron envenenados con un herbicida. Se pusieron muy enfermos, vomitaron, tuvieron dificultades respiratorias y sufrieron hipotermia. Murieron lentamente a lo largo de varios días. Pero ya se sabía que el envenenamiento con este producto en humanos producía una muerte lenta y agonizante.
Según una doctora: "No hace falta haberse doctorado en ciencias para comprender que exponer a roedores a la sacarina equivalente a 1800 botellas de refresco al día no se relaciona bien con nuestra ingesta diaria de unos pocos vasos de ese producto."


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experimentación - test sobre la piel

TEST DE SENSIBILIDAD CUTÁNEA O PRUEBAS DE TOXICIDAD DERMAL


Conejos, conejillos de Indias, ratones y cerdos son afeitados (en ocasiones incluso es raída la piel) y se vierten las sustancias sobre su piel.



Se observan los signos de enrojecimiento, úlceras y edemas.
Su piel suele sangrar, ampollarse y repelarse.
Para estas pruebas hay alternativas como el SKINTEX, Epiderm y Corrositex.

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jueves, 16 de abril de 2009

Experimentación - test DL 50




Significa Dosis Letal 50%, la cantidad de sustancia que causará la muerte a la mitad de los animales no humanos del experimento. Normalmente, antes de que se llegue al punto en que muere la mitad, los animales están muy enfermos y angustiados.


En el caso de sustancias poco dañinas hay que forzarles a ingerir enormes cantidades y se les puede provocar la muerte simplemente por la gran cantidad o la alta concentración que se les ha administrado.
Se le fuerza a ingerir la sustancia mediante una sonda hasta el estómago (lo que a veces produce la muerte por perforación), por un orificio practicado en el cuello, por vía subcutánea, intravenosa, mezclada con la comida, por inhalación, o por vía rectal o vaginal.



A consecuencia de los productos que son forzados a ingerir, sufren convulsiones, disnea respiratoria, diarrea, úlceras, adelgazamiento, postura anormal, hemorragia nasal, hemorragias de la mucosa de los ojos y de la boca, lesiones pulmonares, renales y hepáticas, coma y muerte.
En algunos laboratorios se utilizan para el mismo fin pruebas sin uso animales como el TOPKAT y las pruebas de toxicidad celular.

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Experimentación - Test de Draize




Consiste en verter sustancias diversas (cosméticos, blanqueador de ropa, champú, tinta, detergentes, abrillantadores de suelos,...) en los ojos de animales no humanos para ver los resultados que se producen.
El conejo albino es el más comúnmente usado para esta prueba porque es dócil, barato, tiene unos grandes ojos y sus glándulas lacrimales producen muy poco líquido, viéndose así más fácilmente el efecto de abrasión que podría tener en el ojo humano. Los conejos están en el interior de unas cajas que los inmovilizan por el cuello (muchos se lo rompen intentando escapar), lo que impide que se froten o rasquen los ojos.

Se separa el párpado inferior y se coloca la sustancia en la pequeña cavidad resultante, después se mantiene el ojo cerrado. Se repite la aplicación varias veces, durante varios días.


Se observa diariamente a los conejos para ver si se produce hinchazón, ulceración, infección y hemorragias, hasta que el ojo del animal se vuelve una masa irritada y dolorosa.
Incluso muchas veces, se pasa a usar el otro ojo para no encarecer costes. La reacciones que se observan son: párpados inflamados, úlceras, hemorragias, ceguera...



Los investigadores no están obligados a usar anestésicos, y si lo hacen es en pequeñas cantidades, lo que no alivia en absoluto el dolor que puede producir un limpiador de hornos en el ojo durante 2 semanas.

Un médico de emergencias, con varios años de experiencia en el tratamiento de envenenamientos accidentales y exposiciones tóxicas indicaba: "no conozco una sola ocasión en la que un médico de emergencias haya usado los datos obtenidos con la prueba Draize para solucionar un daño ocular. Se utilizan informes de otros casos, experiencias clínicas e información experimental de pruebas clínicas con humanos cuando hay que determinar el tratamiento óptimo de los pacientes".

Existen más de 60 métodos de sustitución que algunos

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