martes, 9 de marzo de 2010

La cabra solidaria

Recientemente se realizó en el Sáhara una maratón solidaria a favor de los humanos que viven oprimidos en el Sahara Occidental por otros humanos de Marruecos. Es una carrera en la que un grupo de animales-humanos se dedican a correr a través de un desierto para que se recuerde a la gente que vive oprimida.
No sé cómo llegamos alli, pero recuerdo perseguir a Leo, que había salido corriendo a causa de su curiosidad inconsciente hasta que se metió en un gran barco. Allí, después de esquivar unos cuantos escobazos y piedras por parte de la tripulación, y una vez que el barco atracó en un puerto, bajamos. Nos debíamos encontrar en África, por el calor que hacía.

Nos enteramos de esa carrera y de su objetivo gracias a unos carteles que había pegados en las paredes de la ciudad.

Nos acercamos a las afueras de la ciudad, pero la carrera ya había acabado. De todas maneras vimos un campamento donde, supuestamente, los corredores estaban descansando después de horas corriendo.

Una vez allí, vimos como un hombre llevaba en sus brazos a una cabrita. Parecía asustada, supongo que era porque se encontraba fuera de su habitat y porque todo aquello le era desconocido, aquello no era su rutina.
El ser humano parecía mostrar a los que parecían los corredores la cabra, mientras que los que estaban sentados sonreían y bromeaban, aunque no acabé de saber sobre qué hablaban.
Después de esto el hombre se metío con el animal en una tienda que parecía improvisada. Leo y yo nos acercamos, supongo que por curiosidad. De repente, cuando estábamos a unos metros, escuchamos unos chillidos horribles, unos gritos de sufrimiento, de terror, de miedo, de pánico. Duraron un tiempo que me pareció eterno, tal vez fueron unos segundos, un minuto o tal vez dos. Después de apagaron para siempre.

Una media hora más tarde aparecía el mismo hombre con el cadaver del animal preparado para se cocinado. LLevaba clavado un palo que le atravesaba el cuerpo para poder colocarlo sobre el fuego. Tardó unas horas. Al final se partió en trozos para que los humanos tan 'solidarios' pudieran comer.

Me pregunto si el animal-no humano, en esta caso, una inocente cabrita, había sido consultada y si también quería ser 'solidaria' con el pueblo saharaui y dar su vida por ellos. Espero que esta carrera no se vuelva a hacer, no tanto por que se haya producido la libertad del pueblo de Sahara Occidental, sino porque inocentes animales-no humanos no se vean involucrados en batallas que no le corresponden. Y en todo caso, entiendo, desde mi mentalidad animalista, que si se quiere ser tan 'solidario' se debería empatizar con todo tipo de vida animal y que no se sea tan especista para diferenciar entre un animal u otro según la conveniencia del momento.

No hay comentarios:

 
LOS ANIMALES NO SON COSAS