sábado, 2 de enero de 2010

La vida en la granja

Para los humanos hay dos tipos de animales, aquellos de los que se pueden sacar algun provecho, animales de consumo, domésticos, y aquellos de los que no se puede aprovechar nada. Por instinto, se podría pensar que la vida de un animal con posible aprovechamiento podría valer más que la de los otros. No es el caso, no solamente su vida vale muchisimo menos (que ya es decir), sino que también su vida es terrible.
Sus condiciones de vida son un infierno constante, aunque las personas no lo consideren así ya que no escuchan todos sus quejidos que quedan silenciados en las paredes de los mataderos, de la granjas, de los camiones en los que son transportados...
Ya conté cómo conocí a aquella vaca que fue llevada a un matadero y cómo descubrí la terrible realidad que sufren cada día estos animales.


Para mí, la vida de cualquier animal me merece el mismo respeto indiferentemente de la especie que sea, pero he de confesar que la vida de los animales de consumo; vacas, cerdos, gallinas, conejos...que serian los clásicos, pero también los nuevos animales de los que se está utilizando su carne para consumo humano en occidente, (para su desgracia); cocodrilos, tiburones, serpientes, llamas, avestruces...y un largo etcétera.

El valor de sus vida se mide según el precio que se marca en los mercados, unos valen más que otros según la oferta, la demanda, según la temporada, el territorio o, simplemente, según la moda...Pero no hay que olvidar que ése es el precio de su carne, no de su vida. Su vida no vale nada.
Da igual como lleguen al matadero mientras que este bien gordito y aporte una buena cantidad de carne. Y para que lleguen así es normal que entre otras cosas se les corta la uñas para que no arañen al resto y se les castra sin anestesia, se les hace sufrir anemia para que su carne sea más blanca y tierna, están atados en lugares tan estrechos que impiden que se muevan durante toda su vida, se les rompe la columna vertebral durante el traslado al matadero, se les amputa, sin anestesia, miembros de sus extremidades si molestan en cualquier momento de su traslado, se les pincha con tridentes para que obligarles a subir a los camiones que les llevarán al matadero, se obliga a las hembras a quedarse embarazadas para que continuen dando leche a costa de quitarles su cría inmediatamente después de su naciemiento, el cual será asesinado para el consumo de carne ‘tierna’...pero no todo son los grandes mamíferos, no quisiera olvidarme de cosas que se pueden ver diariamente en cualquier granja aviar, como se cogen a los polluelos que han sobrevivido las primeras hora de su vida, y le colocan la cabeza en una maquina que le amputará el pico para que esa gallina ya no pique ni dé mordiscos a sus compañeras de jaulas, y a la hora de matarlas las colocan en huecos cilíndricos boca abajo para que no puedan moverse mientras colocan el resto de animales en los ganchos para que el siguiente operador de la ‘maquinaria humana’ les corte la cabeza. Y así, supongo que durante ocho horas. Ochos horas cortando cabezas a gallinas. Ningún otro animal creo que pudiera hacerlo. Solo la frialdad, la indiferencia y la crueldad del ser humano es ilimitada.Y esto son cosas que yo he visto, pero seguro que hay muchas otras cosas que algún día comprobaré y deberían hacer sentir vergüenza a cualquier persona de pertenecer a la especie de los humanos.

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LOS ANIMALES NO SON COSAS