Que pasaría si unas personas, más concretamente cazadores, compraran unos perros, los cuales les ayudarán en recoger las victimas de estos asesinos durante años, años durante los que los humanos alimentarán, cuidarán, les darán un hogar, los llevarán al veterinario cuando detectasen cualquier problema...a cambio de la ayuda que les proporcionan los perros, para que cuando estos ya no pueden cumplir su labor perfectamente porque ya están mayores, decidieran llevarlos a un árbol, ponerles una cuerda alrededor del cuello mientras ellos los miraban con tristeza, tirasen la cuerda sobre un rama y estiraran de ella hasta que los perros ya no tocaran el suelo con sus patas, les costase respirar y sintieran miedo por su vida para después torturarles hasta la muerte arrojándoles piedras para divertirse a costa de su dolor, pánico y muerte?
No pasaría nada.
Eso lo pude comprobar in situ Estando en el campo, lejos de toda ciudad, vi como un par de animales-humanos se dedicaban a matar con su escopeta a otros animales, conejos, liebres, y cualquier otro que se pusiera delante de ellos que respirara, ése fue su delito, estar cerca de ellos. Durante momentos sentí miedo por mi vida y por la del Leo (él creo que no, es bastante inconsciente) ya que entre un gato y una liebre no hay mucha diferencia a varios metros de distancia. Y esta gente no tiene en problemas en disparar a cualquier cosa que se mueva a su alrededor. No tienen ningún tipo de sensibilidad ante la vida de los otros, tanto les da si es humano o no, cualquier animal es válido para hacerle sufrir, aunque a unos les ampare la ley humano y a otros no.
De todas maneras me detuve a mirar el procedimiento, una vez que el hombre disparaba, cosa que provcaba que decenas de animales-no humanos salieran corriendo espantados del estruendo, todos menos uno. Tras lo cual el perro corría a por su presa, por que era lo que había aprendido, seguramente gracias los castigos recibidos por su dueños, para que fuera y la trajera.
Los dos perros de ese día, ya algo viejos, les costaba ir a buscar los animales abatidos e incluso a alguna de las presas no pudieron recuperar y las perdieron. Cosa que no gustó a sus dueños.
Al día después la cosa cambió, los animales-humano, viendo que sus perros ya no les eran útil, decidieron poner fin a su relación de una forma trágica, con tortura y pánico.
Los asesinos se fueron tranquilamente, como si no hubieran hecho nada mala. Al fin y al cabo nadie se dedicará a persiguirlos y si alguna asociación lo hiciera no conseguirían nada. Qué poder tienen un grupo minoritario sensible ante la vida de los animales, humanos o no, ante todo un imperio económico que solo le interesa el dinero que mueve la caza y ante el resto de la sociedad indiferente ante la tortura y el asesinato? Ninguno,...de momento.
miércoles, 3 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario