La empresa Outdoor Adventures Whistler se dedicó durante los Juegos Olimpicos de Vancouver 2010 a llevar a los turistas-humanos de paseo con trineos tirados por perros Huskies. Evidentemente los cuidaron mucho ya que eran su fuente de ingresos, pero una vez acabados los Juegos, y la disminución de turistas, los ingresos bajaron y mantener a los perros ya no era necesario, además de muy costoso y poco rentable.
Solución: acabar con ellos...
Entre los días 21 y 23 de abril del 2010 la empresa contrató a trabajadores para que, con rifles y cuchillos en mano, se dedicaran a matar a los perros.
Centenares de perros fueran asesinados. Habían dejado de ser un negocio para ser un coste. Así es como se ven a los animales-no humanos por parte de los humanos, como cosas.
Hasta el día en que no nos vean así, sino como seres vivos que sienten y padecen, no serán lo humanos que piensan que son.
Así los animales-no humanos que conviven con humanos, por muy bien cuidados que estén, por mucho que se les quiera, al final no dejan de ser una mascota u objeto atado a un humano y a su voluntad, y nunca serán libres. Y menos cuando son fuentes de negocio, o sea máximo beneficio-menor coste.
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