jueves, 3 de septiembre de 2009

Toro de la Vega (Tordesillas-Valladolid)

En la naturaleza suelen haber peleas de diferentes individuos ya sea por la comida, por el territorio o por la procreación. Normalmente no suele mortal a excepción de los carnivoros, el animal situado por encima en la cadena alimenticia se come al que se encuentra justo por debajo.

Casi siempre son de un individuo contra otro, tal vez con la excepción de los caninos que atacan en manadas (en eso los felinos somos más individualistas). Se hace cara a cara, en igualdad de condiciones y sin aprovecharse de ningún elemento externo.

Hasta aquí era lo que yo tenía entendido que sucede en el reino animal...hasta que un día desafortunado pude comprobar que no siempre es así.

En uno de los pueblos que visité de cuyo nombre no quiero acordarme, y al que nunca más pienso acercarme a riesgo que morir en cualquier momento, asistí a uno de los espectaculos más horribles que deben existir, y como no, el protagonista era el ser humano.

Desde lo alto de un muro, desde donde estábamos Leo y yo, vimos como desde un callejón salía corriendo, como desesperado, un toro, parecía que estaba huyendo de algo. Se encontró en una plaza a la que de repente empezaron a llegar decenas, centenares de personas, por las calles que desembocaban en la misma. Lo sorprendente es que todos esos animales-humanos iban con una lanza.
El toro, que ya sangraba mucho y que no parecía muchas fuerzas para continuar de pie, se vio rodeado por todas estas 'personas', teoricamente razonables, que le apuntaban con su lanza afilada.

En ese momento e lanzaron cobardemente, ante tal desigualdad no cabe otra palabra, contra el pobre animal, que ya casi no se podía ni mover. Dejé de verle ante la multitud de personas que en ese momento le envolvían. A los pocos segundos un gran griterío y jolgorio cubrió la plaza. La alegría parecía taparlo todo, pero no, el animal aun estaba allí, ejecutando su último aliento, su último suspiro, por fin y por fortuna, por que en estos casos se puede hablar de suerte positiva, su muerte por fin había llegado, ya no más sufrimiento inútil.
Gracias a estos animales-humanos otra vida de otro animal había sido cortada de forma salvaje para el disfrute de todas las personas salvajes que no tienen compasión por la vida, por la naturaleza y que solo disfrutan con la sangre, con la tortura y con la muerte. Por eso espero no volver a pisar este lugar nunca más. Aquí solo hay muerte y dolor.

Cuando ya habían pasado unos minutos del momento 'algido' Leo y yo nos bajamos, todavía asustados, intentando que nadie nos viera. Era la primera vez que Leo estaba asustado, él que siempre era el primero en llegar a los sitios, en mirarlo todo, tal vez por inconsciencia. Temíamos que en cualquier momento volvieran a aparecer ese grupo e hicieran lo mismo con nosotros. No fue así, en seguida llegamos a las afueras y pudiemos tumbarnos debajo de arbol, nosotros que podíamos hacerlo todavía.

Mientras me intentaba dormir me quedé pensando si esas 'personas' podían sentir algún sentimiento positivo ante algo. Si querrían a sus amigos, a sus hijos, a sus parejas, a sus padres, o si también serían capaces de hacerles lo mismo que al toro, pero que no lo hacían solamente por que otras personas más 'razonables' llamarían a esa acción ASESINATO, mientras que lo que habían hecho ése día no era más que una tradición que se hacía cada año y que, por tanto, se debía respetar por formar parte de la CULTURA de la zona.

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martes, 1 de septiembre de 2009

el valor de la VIDA

Se dice que el perro es el mejor amigo del hombre, cosa que a los gatos no nos importa, no somos nada celosos, y más teniendo en cuenta que no considero que esto sea así.

Para que haya una amistad tiene que haber un sentimiento de aprecio en doble dirección, del animal al humano y viceversa. La amistad se entiende como el sentimiento de que la vida del otro ser es casi tan importante como la tuya y que harás todo lo que esté en tus manos para que la suya sea lo mejor posible ayudándole en todo lo que puedas, incluso dando la vida.

Pero esto no se cumple, no por el lado del animal-no humano, que sí que daría la vida por su 'dueño' sino por el lado del 'humano', palabra, por cierto, sobrevalorada.
Para la mayoría de las personas, siempre hay excepciones, la vida del perro no vale nada, simplemente es otro beneficio del que la persona saca provecho para mejorar su situación. Se podrían exponer muchos ejemplos, como el cazador que utiliza al animal para coger la presa, el guarda que lleva atado al perro para disuadir, aunque a la práctica no sirve de nada, excepto para tener atado y amordazado a un animal durante horas, el perro lazarillo, el que sirve para proteger la casa y sus propiedades, el animal que hace 'compañía, el que entrena a su animal para que destroce a otro en una pelea atroz y salvaje de perros, las carreras de galgos, etc, etc.

En resumen, los perros en particular, y los animales en general, de lo que se podrían anumerar centenares o miles de casos, son solo una propiedad, un objecto para poseer para que los seres humanos estén mejor. Son solo una explotación más en beneficio propio. Su vida no vale nada, no son seres vivos, solo objectos con lo que se puede hacer cualquier cosa.

A la gente le puede extrañar este enunciado, pero, qué pasa cuando el animal deja de ser productivo, cuando el burro ya es mayor, cuando el perro ya no corre como antes, cuando el animal se pone enfermo, cuando la vaca ya no da tanta leche,...? Pues que entonces el animal ya no es rentable, ahora hay que hacer frente a más costes que a beneficios, y por lo tanto pasa de ser un animal 'querido' a ser una molestia. Algo que incomoda, algo que ya no es nuestro sino que es solo un objecto del cual me puedo desposeer en cualquier momento, porque no hay que olvidar de que 'este perro es mío y puedo hacer con él lo que quiera'. Y ahí se acaban las explicaciones.

Y es ahí cuando se demuestra el interior de las personas, de qué estamos hecho cada uno de nosotros, las personas ya no somos tan 'humanos' como nos pensamos.
La 'humanidad' ha pasado al lado de los otros animales, cuando te suplican que no lo hagas, cuando se preguntan porqué le estás haciendo esto después de tantos años, cuando están perdidos buscando a su 'amigo', cuando simplemente ponen la otra mejilla porque ya todo les da igual, han perdido TODO lo que tenían, a su 'AMIGO'.

Por todo esto espero que algun día la situación cambie, y se considere a los otros animales lo que son, seres vivos como nosotros, que tienen tantas o más ganas de vivir como los 'humanos'.

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LOS ANIMALES NO SON COSAS